CÓMO LLEVAR AL PERRO SEGURO EN EL COCHE

Pipper en su transportín de seguridad.

Cómo garantizar la seguridad de nuestro perro en el coche

Cuando viajamos con nuestro perro en coche, el animal debe ir acomodado apropiadamente para evitar que interfiera con el conductor y provoque accidentes, según exige la normativa. Además, para garantizar que el perro no sufra daños, conviene usar un sistema de retención que haya sido testado y cumpla los mayores estándares de seguridad. Hemos hablado con un experto en Dirección y Gestión de la Seguridad Vial de las Naciones Unidas.

La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) dicta que los animales deben estar bien sujetos al vehículo y con algún tipo de sistema de separación que evite que interfieran en la conducción. Llevar al perro suelto puede implicar una sanción de hasta 100 euros.

En caso de accidente, un perro suelto multiplica los peligros, ya que saldría despedido pudiendo dañarse él o al resto de pasajeros, por lo que además de separarlo del conductor, es aconsejable utilizar sistemas de retención para mascotas.

Para cumplir con la normativa de la DGT, existen varios sistemas de sujeción para animales, como arneses, transportines y rejillas rígidas para el maletero. La elección de uno u otro depende del tamaño y tipo del animal. Pero la DGT se ocupa únicamente de que el animal no pueda interferir con el conductor o salir despedido en caso de choque, no de su propia seguridad.

Actualmente, la DGT recomienda varias maneras de llevar al perro:

  • Si este es pequeño, en su transportín en el suelo del vehículo.

  • Si la mascota es grande, el transportín iría en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. También se puede combinar este sistema con la rejilla divisoria.

Otra posibilidad es llevar al perro sentado en el asiento de atrás con un arnés que vaya sujeto al sistema de anclaje del cinturón de seguridad.

Pero, ¿estos sistemas que acabamos de citar son seguros para nuestro perro en caso de accidente?

EL SISTEMA DE RETENCIÓN MÁS SEGURO

Hemos hablado con Josep María Vallés, Experto en Dirección y Gestión de la Seguridad Vial de las Naciones Unidas, que nos ha dado las siguientes claves: “La única manera de que un perro viaje seguro en el coche es que lo haga en un transportín de seguridad situado encima del asiento trasero del coche. Dependiendo del peso y estatura, se deberá optar por un modelo u otro, siempre teniendo en cuenta que lo ideal es usar un transportín que cumpla con las más estrictas pruebas de choque. La normativa R129 correspondiente a las sillitas para bebés y niños es la que permite garantizar la máxima seguridad en los desplazamientos de las mascotas”.

En el caso de Pipper, hemos decidido que viaje en un transportín de seguridad de la marca Tavo-Mascota Segura, desarrollado por ingenieros que llevan años creando sistemas de retención para bebés y que han sometido los transportines a pruebas de impacto frontal, lateral, trasero y vuelco. Este tipo de transportín va sobre el asiento trasero, y se fija al coche como las sillitas de bebé, con el sistema Isofix. Además, es mullido y ventilado para que Pipper vaya cómodo (dentro va suelto).

Los transportines de Tavo son aptos para perros de hasta 28 kilos. Para perros mayores se están desarrollando nuevos sistemas. Entonces, ¿cuál es la manera más segura para llevar hoy un perro de más de 28 kilos en el coche?

Vallés defiende que, hasta que no se desarrollen sistemas más seguros, “las mascotas más grandes, que no quepan en un transportín en el asiento trasero, deberán viajar en el maletero del coche, en un transportín metálico situado de forma transversal y pegado y bien fijado al respaldo del asiento trasero”.

Según él, “siempre hay que evitar atar al perro con un arnés o una correa cuando el perro vaya en el coche, ya que podría hacerse mucho daño en el cuello en caso de frenazo o accidente”.