POR QUÉ NUESTRO PERRO DEBE TENER UN SEGURO

Pipper viaja con un seguro de responsabilidad civil para mascotas de Allianz.

10 razones por las que debemos cubrir a nuestro perro con un seguro de responsabilidad civil

Los perros de compañía son impredecibles y pueden causar daños a otros animales, personas o cosas. En este post repasamos 10 razones por las que debemos cubrir a nuestro perro con un seguro de responsabilidad civil. Los expertos de Allianz, nuestro seguro, nos han ayudado a hacer la lista:

1. Por motivos legales

La nueva Ley de Bienestar Animal, aprobada en 2023, prevé la obligación de contratar un seguro que cubra a nuestro perro de compañía. Se espera que el Gobierno apruebe pronto un reglamento que fije la cuantía mínima que deberá cubrir la póliza en caso de siniestro. Este seguro ya era obligatorio para perros considerados potencialmente peligrosos y para cualquier perro en comunidades como Madrid o el País Vasco. En cualquier caso, es muy recomendable cubrir una buena cantidad, al menos 300.000 euros, porque si tu perro provoca daños que impliquen lesiones físicas, la indemnización puede ser elevada. Y si quedaran secuelas, mucho más. Cuando contrates la póliza, comprueba bien este punto, ya que, por un poco más, puedes ahorrarte un buen disgusto.

2. Por mordeduras a otros perros

Tu perro puede morder a otro. Puede ocurrir en zonas en las que se permite que estén sueltos (playas, parques…), pero también por la calle. Eso sí, si sueltas a tu perro donde no debes y muerde a otro, aunque el seguro se haga cargo de los gastos, posteriormente te podría reclamar a ti, ya que el suceso se habría producido incumpliendo el deber de llevar al perro atado (las ordenanzas municipales prohíben llevarlo suelto por la calle, excepto en determinadas zonas y horarios).

3. Por mordeduras a personas

Tu perro también puede morder a una persona. No tiene por qué morder para hacer daño, sino que puede ocurrir por accidente cuando se juega con él.

4. Puede provocar caídas de personas

Tu perro puede provocar que una persona se tropiece accidentalmente con él o con la correa y se caiga, especialmente personas mayores o niños.

5. Puede provocar accidentes graves

También es fácil que el perro reaccione a un estímulo (petardos, un gato…), se suelte accidentalmente y se escape provocando un incidente de tráfico o cualquier otro siniestro. Ojo, porque frenar para no atropellar a un perro puede provocar que más coches choquen entre sí y el responsable del perro se podría enfrentar a cuantiosas reclamaciones.

6. Puede generar reclamaciones por grandes sumas

Los gastos derivados de un accidente provocado por tu perro pueden ser elevados, especialmente si implican atención sanitaria. Es probable que la Policía levante acta de un suceso así e identifique al responsable del perro, por lo que el servicio sanitario podrá reclamarle el pago de los gastos, que suelen ser elevados.

7. Puede generar conflictos con tu casero

Tu perro puede provocar daños en el piso de alquiler, por ejemplo, al roer el sofá o dañar muebles, puertas… o puede causar desperfectos en el costoso parquet de la vivienda.

8. Puede provocar daños en otras viviendas o locales comerciales

Imagina que estáis cenando en casa de un amigo y tu perro tira accidentalmente una lámpara u otro objeto y se rompe. O de compras en una tienda, el perro estropea una prenda. Son riesgos que también pueden quedar cubiertos por el seguro.

9. Puede provocar daños a otros animales

Tu perro mata a una gallina, oveja… mientras paseáis por el campo. Ten en cuenta que muchos perros de compañía conservan el instinto de caza.

10. Puede generar problemas mientras visitáis otros países

Estás de viaje fuera de España (o de paseo por un país vecino, algo fácil si se vive en zonas fronterizas) y tu perro provoca daños a alguien. En estos casos, es importante que la póliza cubra, al menos, el territorio de la Unión Europea.

Por último, recuerda que los seguros cubren posibles daños a terceras personas. Es decir, daños a cualquier persona excepto familiares de primera línea (padres, hermanos, hijos, esposos).

CONSEJOSPablo Muñoz Gabilondo