EL GLACIAR DEL TITLIS

Pipper observa los Alpes suizos desde el mirador del glaciar del monte Titlis.

El glaciar del monte Titlis con perro

La montaña Titlis acoge una enorme estación de esquí y es un gran destino natural para explorar durante todo el año. Nosotros la visitamos en abril de 2025. Tomamos un tren desde Lucerna y en una hora nos plantamos a sus pies. Los perros educados somos bienvenidos. Se puede subir hasta la cumbre en teleférico. Arriba te esperan unas vistas espectaculares de las cumbres de los Alpes. Podrás entrar en la cueva del glaciar, caminar por una pasarela suspendida en el vacío, tomar un telesilla panorámico y comer en un restaurante con enormes ventanales. Si quieres pasear o montar en barca, puedes hacerlo en el lago Trübsee.

Si quieres sentir Los Alpes de cerca, merece la pena coger el tren desde Lucerna y llegar, en tan solo una hora, al pie del monte Titlis (en Engelberg). Esta montaña acoge una enorme estación de esquí y es un gran destino natural para explorar durante todo el año.

Al salir de la estación de Engelberg, caminamos durante ocho minutos, aproximadamente, hasta la estación del teleférico. También hay un autobús que une ambos puntos y que admite perros sin necesidad de transportín ni bozal. Pablo se había dejado las botas en el hotel de Lucerna, así que alquilamos unas botas de montaña en la tienda que hay junto al teleférico.

Partiendo de Engelberg, el teleférico Titlis Xpress nos llevó hasta el lago Trübsee, que aún estaba helado a finales de abril. Según nos explicaron, en verano, puedes navegar en botes de remo. El camino que rodea el lago es precioso. En una hora, aproximadamente, puedes completarlo y coger de nuevo el teleférico Titlis Xpress para seguir ascendiendo. El último tramo se hace en el Titlis Rotair, ¡el primer teleférico giratorio del mundo! En él caben bastantes personas, y perros, claro (aquí tampoco necesitamos llevar bozal ni transportín).

En total, “volar” hasta la cima del Titlis en estos remontes lleva una media hora. Ya en la cima, a 3.062 metros de altura, te espera una espectacular panorámica de los Alpes. A nosotros nos salió un día de sol, así que contemplamos una estampa que nunca olvidaremos. Aunque en los Alpes, el tiempo es muy cambiante, antes de planear la visita, mira el parte meteorológico y escoge el mejor día.

Esa espectacular panorámica de los Alpes se puede contemplar desde varios miradores y desde el puente colgante Titlis Cliff Walk, una pasarela metálica que une dos enormes rocas y que tiene cien metros de longitud. La base de la pasarela es de malla metálica. Yo fui en brazos de Pablo para que no se dañaran mis patitas y para sentirme más protegido. Si tu perro tiene miedo a las alturas, mejor no hacer esta actividad.

Tengo que deciros que no tuve nada de vértigo y que no paré de perseguir con la mirada a unos pájaros, creo que eran cuervos, que no paraban de revolotear de un lado a otro. Imagínate qué hacían a más de 3.000 metros de altura: buscar cualquier resto de comida que pudieran abandonar los humanos. Yo, desde luego, lo único que les regalé fue unos cuantos ladridos.

Recuerda ir bien abrigado. Salvo que tu perro tenga pelo largo, mejor ponerle un abrigo. Os irá especialmente bien cuando os metáis en la gruta que se adentra 150 metros hacia el interior del glaciar. Hay que hacer la visita con tranquilidad para evitar resbalar. Por el camino nos hizo mucha gracia ver a la ardilla prehistórica de la película Ice Age con su bellota congelada en un témpano de hielo. Jajajaja. Al final de este túnel helado podrás sentarte en un trono que os recordará al de las criaturas de la noche de la serie Juego de Tronos.

El telesilla panorámico del glaciar, el Ice-Flyer, también admite perros. Valora si el tuyo puede tener vértigo antes de montaros. El telesilla parte de la cumbre y hace una ruta circular. Pablo tenía dudas, no tenía claro si montar o no pensando que yo lo pasaría mal, pero nos lanzamos y yo estuve tan pichi observando el panorama tranquilamente. Solo al final del trayecto (son solo unos minutos de recorrido) me dio por ladrar a unos esquiadores que se deslizaban cuesta abajo a toda velocidad. No sé si me escucharon, pero me quedé bien a gusto.

Los perros educados podemos entrar en los restaurantes de la montaña Titlis. Nosotros comimos en el de la cumbre, el restaurante Panorama. Los enormes ventanales ofrecen vistas espectaculares (vimos cazas del ejército descender desde los picos a los valles, como si fueran hormigas voladoras). Nada más llegar me pusieron agua y me colmaron de mimos. Pablo se metió una crema de verduras y un buen plato de ternera con champiñones y rösti entre pecho y espalda. ¡Qué suerte! Yo me tuve que conformar con mi comida de Josera.

En el monte Titlis, no es obligatorio llevar correa, excepto en los remontes y estaciones de montaña, donde los perros sí tenemos que estar atados. Dicho esto, mucho ojo si lo dejas suelto, porque podría caerse por cualquier precipicio, especialmente en el glaciar. Más informacion sobre horarios, precios y un largo etcétera en la web oficial del monte Titlis. También puedes visitar la web oficial de Turismo de Suiza para más planes pet friendly.

Suiza con perro

SUIZAPablo Muñoz Gabilondo