ZÚRICH

Zúrich con perro

Zúrich es la ciudad más grande de Suiza, con 450.000 habitantes, una urbe cosmopolita que se siente muy humana. Con un casco histórico lleno de vida y comercios, fantásticos restaurantes, abundantes espacios verdes y un gran lago, la ciudad goza de una extraordinaria calidad de vida… y encima es súper pet friendly. Al norte de la región, no te pierdas las cataratas del Rin, el salto de agua más grande de Europa.

A Zúrich llegamos en tren en mayo de 2025. La estación central está en el corazón de la ciudad. Nos alojamos en el hotel St. Josef, a cinco minutos andando. El hotel está justo al otro lado del río Limmat, en el distrito universitario. Nada más salir del hotel, a cuatro manzanas, descubrimos uno de los rincones más encantadores de la ciudad, el Rechberggarten. Este jardín es una pequeña joya fuera de las rutas turísticas y merece mucho la pena conocerlo. Se divide en varias terrazas llenas de plantas y flores cuidadosamente seleccionadas. Y hasta tiene un invernadero y fuentes. Es como estar en el jardín de un palacio italiano. Nos hubiéramos quedado tumbados en la hierba si no fuera porque teníamos una ciudad que descubrir (en realidad, nos asomamos a este recoleto oasis cada día de nuestra estancia). ¡No te lo pierdas!

A pocas manzanas está el Grossmünster, templo de estilo románico con elementos góticos. Sus campanarios gemelos (siglo XV) son posiblemente el monumento más famoso de Zúrich. Aunque el nombre alemán quiere decir gran catedral, es una iglesia. El edificio actual data de los siglos XII y XIII.

Nuestra iglesia favorita es la de San Pedro. Aunque no es tan espectacular como el Grossmünster, tiene una torre preciosa que asoma entre los edificios cuando paseas por el casco antiguo. Además, la torre tiene la esfera de reloj más grande de Europa (8,7 metros de diámetro). La torre luce especialmente desde la plazoleta elevada Lindenhof. La calle que desciende desde la plaza es el mejor punto para llevarte una buena foto del afamado reloj. Lindenhof congrega a muchos visitantes y lugareños porque tiene un mirador desde el que se tiene una buena panorámica del centro y del río.

La verdad es que Zúrich invita a pasear. Nosotros nos quedamos maravillados por las placitas y callejones con los que te vas topando, y también por las preciosas tiendecitas de ropa y artículos de diseño. ¡Menuda tentación!  Si lo tuyo son las tiendas, puedes recorrer la arteria principal (Bahnhofstrasse) hasta el lago, o perderte por las callejuelas del casco antiguo.

Otra posibilidad es seguir el río hacia el interior para descubrir el moderno y efervescente barrio de Zürich-West. Se trata de una antigua zona industrial que en los últimos años se ha transformado en un nuevo barrio lleno de locales culturales y tiendas con artículos de diseño. Allí está la torre Freitag, hecha con contenedores, un complejo de surf con olas artificiales, y un área de restauración súper original que se ha habilitado entre innumerables plantas, árboles y luces de colores (Frau Gerolds Garten). En Zürich-West nos inmortalizamos en un antiguo Fotomatón.

ZÚRICH Y EL LAGO EN BARCO

Entre abril y octubre puedes embarcarte en un crucero pet friendly por el río Limago (o Limmat) desde el Museo Nacional (en el centro de la ciudad) hasta el lago de Zúrich y viceversa. Hace varias paradas y puedes bajarte donde quieras. Nosotros lo cogimos para ir al Zürichhorn, el hermoso parque que hay junto al lago, y comer en el restaurante Fischerstube. El trayecto entre el Museo Nacional y el Zürichhorn dura unos 25 minutos (el doble si haces ida y vuelta para no perderte detalle de los monumentos que se asoman al río). Además, durante todo el año hay barcos que recorren el Lago de Zúrich.

COMER CON PERRO EN ZÚRICH

Dicen que ninguna otra ciudad suiza tiene una oferta tan variada de restaurantes, bares y cafés como Zúrich. Y muchos aceptan perros educados de cualquier tamaño. Nosotros disfrutamos de unos cuantos:

  • Haus Hiltl (Sihlstrasse 28). En pleno centro, es el restaurante vegetariano abierto ininterrumpidamente más antiguo del mundo según el Guinness World Records. Fue fundado en 1898. Es elegante y te da la opción de comer de carta o de bufé.

  • Fischerstube Zürihorn (Bellerivestrasse 160). Restaurante con un cuidado diseño a orillas del lago en un edificio-embarcadero de 1939 reconstruido tras un incendio. Comimos en el salón interior con vistas al agua y probamos el salvelino, pescado de agua dulce que nos recuerda al salmón y a la trucha. Tiene una bonita terraza.

  • La Salle (Schiffbaustrasse 4). Ubicado en una antigua fábrica de construcción naval, comparte edificio con el teatro Schiffbau en Zürich West. Este restaurante combina el encanto industrial con la elegancia y está decorado con obras de arte que van rotando. Sirve platos de Europa Central. ¡A Pipper le prepararon una tarta sorpresa por su cumpleaños!

  • Rosso (Geroldstrasse 31). Pusimos la dirección en Google y nos encontramos ante el edificio de una antigua fábrica del distrito industrial que parecía abandonada. Hasta que llegas a la puerta y ves el ambientazo. De su horno sale una de las mejores pizzas de la ciudad, aunque sirven también buen pescado, pasta casera…

  • Café & Conditorei 1842 (Napfgasse 4). Cafetería tradicional en un edificio de madera en el centro de Zúrich. Dicen que tiene el mejor chocolate a la taza de la ciudad. Nosotros caímos rendidos ante sus tartas, especialmente el strudel de manzana. También sirven pequeñas comidas. Hay otras cafeterías pet friendly con pastelería de primera, como Café Miyuko, en Bärengasse 20, al lado del Jardín Botánico.

Después de una buena comida apetece un buen paseo, y lo bueno de Zúrich es que tiene un montón de zonas verdes donde los perros somos felices.

ZONAS VERDES PARA DISFRUTAR CON PERRO

Nosotros estuvimos paseando por el parque Zürichhorn, en la orilla este del lago. Los perros podemos estar sueltos, excepto en las zonas señalizadas. Y si tu perro es cazador, como yo, mejor que vaya atado, porque el parque está lleno de patos, cisnes… Puedes llegar a él en tranvía, barco o andando (media hora paseando desde la iglesia Grossmünster, por ejemplo). En primavera y verano el parque está muy animado, con gente tomando el sol, haciendo deporte o paseando con su mascota. En mitad de este espacio verde te toparás con el Pavillon Le Corbusier, el último edificio del importante arquitecto y el único que diseñó en acero y cristal.

Cerca, a quince minutos andando, también podéis disfrutar juntos del Jardín Botánico, un oasis tropical tranquilo con magníficos invernaderos y plantas exóticas (los perros debemos estar atados).

SUELTA DE PERROS Y FUENTES PET FRIENDLY

Si quieres soltar a tu perro en unas campas enormes sin salir de la ciudad, podéis acercaros a Allmend Brunau, una zona popular entre las familias perrunas al oeste del lago de Zúrich. Para los cánidos amantes del agua es un buen lugar, ya que podemos chapotear en el río Sihl, que lo atraviesa. Recuerda que tu perro no puede molestar a ciclistas, corredores, paseantes y otras personas que buscan relajarse en este espacio verde. Podéis llegar allí en quince minutos desde el centro tomando la línea 13 del tranvía.

Una de las cosas que más nos gustó de la ciudad es que tiene fuentes por todas partes. ¡Más de 1.200! Las hay de diseño moderno o clásico. Y muchas de ellas disponen de bebedero para perros. ¡Una maravilla!

Por cierto, si te apetece una inmersión mayor en la naturaleza, puedes subir a Uetliberg, la montaña local (800 metros de altura). En la cima está el mirador de Felsenegg. Para llegar a él, hay que coger el tren de cercanías S4, que llega hasta Adliswill. Y ahí, el teleférico que te sube a la cumbre en cinco minutos (sobra decir que los perros también somos bienvenidos en él).

Con la Zürich Card, podrás viajar gratis en transporte público por toda la ciudad y obtendrás descuentos en restaurantes, museos y tiendas (coste: 24h 29 CHF, 72h 56 CHF). La urbe tiene una extensa red de tranvías que funcionan como un reloj y son un atractivo turístico más. Cualquier excusa es buena para coger uno y conocer la ciudad cómodamente.

El aeropuerto de Zúrich ofrece conexiones directas con España. Nosotros volamos desde allí y nos quedamos alucinados al descubrir, por casualidad, el enorme parque que hay a la puerta del aeródromo: Circle Park. Este parque, que se extiende sobre una colina, nos vino de maravilla para dar un largo paseo antes de embarcar. Circle Park tiene una zona boscosa y otra de pradera con caminitos. Por tener tiene hasta un pequeño funicular que te sube a la parte más elevada en segundos. Merece la pena ir con tiempo al aeropuerto para disfrutarlo.

DORMIR CON PERRO EN ZÚRICH

En torno a un tercio de los alojamientos de Zúrich admite perros. No suele haber discriminación por tamaño y el restaurante suele ser pet friendly, como ocurre con el hotel que elegimos: St. Josef. Sus habitaciones están reformadas con una decoración contemporánea. Te ponen un bebedero y una alfombra de mascotas. Puedes dejar al perro descansando si necesitas ir a un museo. Cobran 5 francos suizos de suplemento. El hotel está muy bien localizado, cerca del río, en la zona de la Universidad de Zúrich. No debes perderte el delicioso Birchermuesli del desayuno. ¡Ah! y el equipo es súper amable.

LAS CATARATAS DEL RIN

Al norte de la región de Zúrich, a escasos kilómetros de la frontera con Alemania, se encuentran las cataratas del Rin, el salto de agua más grande de Europa. Desde la ciudad de Zúrich se llega en tan solo una hora cómodamente en tren. Hay una parada justo junto al parque fluvial de las cataratas. Las cataratas están a las afueras de Escafusa (Schaffhausen).

El lugar es precioso. Te quedarías horas observando el agua caer tumbado en el enorme parque que hay en torno a esta atracción natural.

El espectáculo comienza cuando el tren se aproxima a la estación Neuhausen Rheinfall. Desde la ventana del vagón descubrirás el Rin y las cataratas al fondo. Justo antes de entrar en la estación verás un mirador junto a los árboles. Te aconsejamos que nada más bajar vayas a ese balcón, que está a tres minutos andando desde las vías, junto a un bosque, ya que te ofrece una panorámica completa del lugar a vista de pájaro.

Junto a la estación, un ascensor desciende hasta el parque fluvial, muy animado. Las cataratas tienen 150 metros de ancho, desde donde se precipitan estrepitosamente cientos de metros cúbicos de agua por segundo a una profundidad de 23 metros.

La principal atracción es coger un barco para acercarse al salto de agua en un recorrido de 15 minutos. Puedes embarcar con tu perro, si no le asusta el estruendo del agua. La nave parte del embarcadero de Castle Worth, la fortificación que verás asomada al río (está en una isla) y que alberga un restaurante fantástico. Nosotros almorzamos en su comedor con vistas a las cataratas porque es pet friendly.

Hay otras tres líneas. Una de ellas realiza un viaje más amplio por la cuenca del Rin; otra cruza a la orilla opuesta, donde están los castillos Wörth y Laufen, y hay miradores pegados a la catarata; y la última te acerca a una roca que hay en mitad del salto. Esta última es la única que no acepta perros.

Puedes visitar la web de Turismo de Zúrich y la web oficial de Turismo de Suiza para más planes pet friendly.

Suiza con perro

SUIZAPablo Muñoz Gabilondo